Llevo esperando este momento toda mi vida, ella, la perfecta, ella, la pequeña, ella de dulces nalgas, de tibios senos, la que nunca vi y ahora esta frete de mi, apoyada sobre la puerta cerrada de mi cuarto despidiendo un olor que aloca a mi músculo sexual, que destroza en acción a mis papilas gustativas, que me hacen babear como un perro ¿Te puedo besar... oler, tocar? ¿Puedo entrar en tu cabeza, en tu pecho, en tu corazón?, ¿puedes dejarme avanzar, suspirar, mirar, olfatear? – pienso - Quiero arrancarle las ropas de un mordisco, quiero poseerla, ¿Te puedo besar? vuelvo a preguntar y no escucho respuesta Déjame besarte despacito, desnudarte con un beso, tocar tus ojos con mis labios, tus senos, tus nalgas calientes...
Puedes - interrumpe ella, hablando mientras que abandona la puerta - puedes besarme despacio – avanza como una gata hacia mi- dejarme volar - y tira la cartera – hazme sentir que estas loco por mi - y se suelta el pelo, las mil cometas que se volaron en mis manos - ¿ puedes sentir mis pechos? - y pone mi mano sobre su seno caliente, de fresa, de mujer- puedes rayar mis medias y escribir en mi libro - se aferra a mi y siento como sus manos se posan en mi protuberancia- puedes desordenar mis cabellos, suspirara en mi boca; puedes hacer lo que quieras, pequeño; puedes hacerlo... – y yo, casi sin respiración-
¿Bailas conmigo?
Si... ¿Es esto un tango?
- Cómo se burla la desgraciada, pero... Demonios! Como puedo ver tan bien a través de su escote, que buenas par tetas -
¿Qué le haz dicho a tu mamá?,
que estoy enseñando anatomía,
deja de bromear, ¿Qué le haz dicho realmente?
Eso que importa, lo que importa es que estoy contigo,
importa, importa mucho más de lo que piensas porque tu ...
Dilo, a ¿qué le tienes tanto miedo?
Porque es tan difícil admitir que no conozco mujer y que ella será la primera a mis 24 años de edad...
Mejor lo dejamos ahí, mi mamá debe de estar por llegar y...
- Mierda, me maldigo mil veces, que estúpida frase, ahora también vendo mi postura de hijito de mamá, ya la vi, Bienvenida volada de cometas –
Shhh, no digas más,¿tu sabes que les hago a los niños que se portan bien?
Ella se desliza hacia mi camisa, me despoja de ella, me ayuda a desvestirla, reconozco esas tetas soñadas, salpicadas de pequitas, el silencio es uno solo, mi respiración se acelera, mi corazón es un latido de caballo, ella usurpa mi botón, degrada a mi pantalón hasta verlo en el piso, sus manos, cual puntos eléctricos activan mi piel, yo suspiro, dejo de creer que existo en ese momento, mis manos ahora navegan en su cuerpo, su boca busca con ternura mi punto de placer, lo toma, lo domina, me tumba el suelo y veo flores, margaritas, tulipanes, girasoles, muevo mis brazos, dentro del herbario de mis sentido y conozco afín sus muslos tibios, silvestre de tierra pecana, de manos que suben, de un vientre que baja y comienza a cantar con el sonido del viento la savia que descose en mi cuerpo, que usurpa y lo hacer convulsionar.
Tierra, selva en perfume de mujer, salvaje cuando descubro la verdad de sus ojos, y es su vientre en el que me enraizó en su piel de sándalo que lava las nostalgias y provoca mis lagrimas, de alegría, excitación, de metamorfosis, de clorofila, de belladona, de vainilla.
Siento su lengua menguando, sudando, jadeando, extirpando el placer de mi cuerpo y me retuerzo por poder desgarra la mía en sus quebradas, en sus praderas perfumadas de tierra, tibias al sol de mis ojos, dulces por el favor de mi aliento y ella exhala y comienza la lluvia caliente.
Dentro de ella, sintiéndola parte de mi, domo sus pechos y encallo mis manos en sus caderas floreadas, convulsiono hasta perder el conocimiento mientras su voz disuelve el placer de la muerte, para luego. mas tarde, creer en la resurrección.
S e r g i o
Puedes - interrumpe ella, hablando mientras que abandona la puerta - puedes besarme despacio – avanza como una gata hacia mi- dejarme volar - y tira la cartera – hazme sentir que estas loco por mi - y se suelta el pelo, las mil cometas que se volaron en mis manos - ¿ puedes sentir mis pechos? - y pone mi mano sobre su seno caliente, de fresa, de mujer- puedes rayar mis medias y escribir en mi libro - se aferra a mi y siento como sus manos se posan en mi protuberancia- puedes desordenar mis cabellos, suspirara en mi boca; puedes hacer lo que quieras, pequeño; puedes hacerlo... – y yo, casi sin respiración-
¿Bailas conmigo?
Si... ¿Es esto un tango?
- Cómo se burla la desgraciada, pero... Demonios! Como puedo ver tan bien a través de su escote, que buenas par tetas -
¿Qué le haz dicho a tu mamá?,
que estoy enseñando anatomía,
deja de bromear, ¿Qué le haz dicho realmente?
Eso que importa, lo que importa es que estoy contigo,
importa, importa mucho más de lo que piensas porque tu ...
Dilo, a ¿qué le tienes tanto miedo?
Porque es tan difícil admitir que no conozco mujer y que ella será la primera a mis 24 años de edad...
Mejor lo dejamos ahí, mi mamá debe de estar por llegar y...
- Mierda, me maldigo mil veces, que estúpida frase, ahora también vendo mi postura de hijito de mamá, ya la vi, Bienvenida volada de cometas –
Shhh, no digas más,¿tu sabes que les hago a los niños que se portan bien?
Ella se desliza hacia mi camisa, me despoja de ella, me ayuda a desvestirla, reconozco esas tetas soñadas, salpicadas de pequitas, el silencio es uno solo, mi respiración se acelera, mi corazón es un latido de caballo, ella usurpa mi botón, degrada a mi pantalón hasta verlo en el piso, sus manos, cual puntos eléctricos activan mi piel, yo suspiro, dejo de creer que existo en ese momento, mis manos ahora navegan en su cuerpo, su boca busca con ternura mi punto de placer, lo toma, lo domina, me tumba el suelo y veo flores, margaritas, tulipanes, girasoles, muevo mis brazos, dentro del herbario de mis sentido y conozco afín sus muslos tibios, silvestre de tierra pecana, de manos que suben, de un vientre que baja y comienza a cantar con el sonido del viento la savia que descose en mi cuerpo, que usurpa y lo hacer convulsionar.
Tierra, selva en perfume de mujer, salvaje cuando descubro la verdad de sus ojos, y es su vientre en el que me enraizó en su piel de sándalo que lava las nostalgias y provoca mis lagrimas, de alegría, excitación, de metamorfosis, de clorofila, de belladona, de vainilla.
Siento su lengua menguando, sudando, jadeando, extirpando el placer de mi cuerpo y me retuerzo por poder desgarra la mía en sus quebradas, en sus praderas perfumadas de tierra, tibias al sol de mis ojos, dulces por el favor de mi aliento y ella exhala y comienza la lluvia caliente.
Dentro de ella, sintiéndola parte de mi, domo sus pechos y encallo mis manos en sus caderas floreadas, convulsiono hasta perder el conocimiento mientras su voz disuelve el placer de la muerte, para luego. mas tarde, creer en la resurrección.
S e r g i o